El rápido crecimiento de los dispositivos conectados a Internet y las nuevas aplicaciones automatizadas que requieren una potencia local para el procesamiento en tiempo real siguen impulsando la necesidad del borde de la red. Si bien la computación en la nube impulsó el desarrollo de los principales centros de datos, la computación en el borde de la red trae de vuelta el modelo de TI distribuida. Debido a la amplia variedad de los sitios en el borde de la red, los cuales son más pequeños y se encuentran más cerca del consumo de los datos, estos sitios se deben evaluar con el mismo nivel de escrutinio que un centro de datos centralizado más grande.
Entonces, ¿qué hace diferente a un sitio en el borde de la red?
Al igual que los centros de datos empresariales, de coubicaciones y en la nube, la infraestructura en el borde de la red se basa en una red de recursos de computación y almacenamiento de misión crítica, pero a un grado mucho menor y, a menudo, dedicada a una función o aplicación específica. Los tipos de entornos incluyen desde microcentros de datos hasta armarios intermedios de distribución (IDF) y armarios principales de distribución (MDF), así como contenedores y gabinetes exteriores. Por lo general, estos entornos requieren configuraciones personalizadas de potencia, enfriamiento, monitoreo y gabinetes, para satisfacer las necesidades de la geografía local y la aplicación en particular.
Una de las principales consideraciones para la infraestructura en el borde de la red es la distribución eléctrica para los equipos de misión crítica que gestionan la computación y el procesamiento de datos a medida que son transmitidos al centro de datos en la nube en tiempo real.
Las unidades de distribución de energía para racks (rPDU) son la columna vertebral de la infraestructura en el borde de la red. Por lo general, los fabricantes ofrecen una amplia variedad de opciones de rPDU estándar o diseñados a la medida. Debido a los miles de configuraciones disponibles, elegir el rPDU más adecuado para sus necesidades particulares puede resultar una tarea abrumadora.
Para simplificar el proceso de elección de su rPDU, a continuación, encontrará ocho características importantes de los rPDU que debería tener en cuenta a la hora de diseñar su infraestructura en el borde de la red:
1. Monitoreo y alarmas del consumo energético del rack en tiempo real y por tomacorriente
Debido a que los sitios en el borde de la red no se encuentran unidos a las instalaciones de centros de datos de alto rendimiento, las condiciones ambientales generales y el monitoreo de la potencia se vuelven aún más críticos para garantizar el funcionamiento y la confiabilidad del sitio. Los rPDU inteligentes cuentan con un servidor web integrado, el cual ofrece acceso remoto a los criterios de medición de la potencia, como el voltaje, la corriente, la potencia real, la potencia aparente y el factor de potencia. Con el fin de evitar las sobrecargas de los circuitos u otros periodos de inactividad relacionados con la potencia, los administradores de TI pueden definir umbrales de alarma para identificar los posibles problemas y recibir alertas por correo electrónico, correo electrónico a SMS y alarmas SNMP cuando se supera un umbral específico. Al monitorear estas variables críticas, usted puede equilibrar de forma adecuada las cargas de potencia, evaluar las tendencias del consumo energético y monitorear la redundancia del suministro eléctrico, para garantizar un funcionamiento máximo.
La mayoría de los rPDU inteligentes son compatibles con los protocolos de red más comunes para integrarse fácilmente con el software de administración de la infraestructura del centro de datos (DCIM). Esto le permitiría visualizar múltiples rPDU en varios sitios desde un solo panel.
2. Conmutación remota
Por lo general, los sitios en el borde de la red se implementan en áreas remotas con poca o ninguna experiencia local en TI disponible para hacer frente a los periodos de inactividad no previstos. Tener que lidiar con una sobrecarga del consumo energético o un servidor lejano que no responde puede resultar estresante. Los rPDU con conmutador pueden activar el control remoto de los tomacorrientes y actuar como un punto de contacto local con capacidades de reinicio incorporadas. Un empleado ya no tiene que trasladarse a un sitio remoto, reiniciar el suministro eléctrico manualmente y quedarse allí para realizar pruebas y asegurarse de que el dispositivo funciona correctamente. Además, los tomacorrientes pueden apagarse y bloquearse para evitar el uso no autorizado.
3. Monitoreo ambiental y alarmas en tiempo real
Debido a la naturaleza remota de la mayoría de los sitios en el borde de la red, estos son especialmente vulnerables a múltiples factores físicos y ambientales que otros centros de datos podrían no experimentar. Aunque por lo general cuentan con sólidas capacidades de monitoreo y alarmas integradas en los sistemas críticos como un aire acondicionado para la sala de cómputo (CRAC), una unidad de suministro ininterrumpido de energía (UPS) y servidores, los factores ambientales que rodean la infraestructura crítica suelen pasarse por alto y muchos gerentes de centros de datos podrían desconocer que existe un problema hasta que este se vuelve más difícil de resolver. Algunos factores ambientales como el calor, la humedad y la condensación pueden suponer un serio peligro para la infraestructura de misión crítica. Estos problemas pueden minimizarse por medio de incorporar una red de sensores ambientales para recoger datos y notificar a los usuarios sobre las amenazas potenciales.
A la hora de elegir un rPDU, identifique el tipo y la cantidad de sensores necesarios para monitorear estratégicamente el entorno en el borde de la red y asegúrese de que el rPDU cuente con los recursos y la capacidad de entrada para soportar cada sensor. La mayoría de sitios en el borde de la red necesitarán múltiples sensores, incluidos aquellos que detectan la temperatura y la humedad, el agua, el humo y la posición de la puerta. Estos sensores se conectan con el rPDU, lo cual le permite ajustar los parámetros con los umbrales establecidos y configurar las alarmas.
4. Conexión en cascada o en cadena margarita para minimizar las desconexiones de Ethernet
La cantidad de sistemas críticos necesarios en un sitio en el borde de la red puede representar un desafío importante a la hora de gestionar y dar mantenimiento a una gran cantidad de dispositivos IP. Algunos rPDU inteligentes pueden aliviar gran parte de esta carga por medio de ofrecer capacidades de conexión en cascada o en cadena margarita, en las cuales múltiples dispositivos pueden compartir la conectividad de red y una interfaz de gestión.
Es posible que los proveedores que fabrican diversos hardware de infraestructura ofrezcan interoperabilidad entre los diferentes tipos de dispositivos que fabrican, como los UPS, los equipos de enfriamiento, los rPDU y otros activos críticos alojados en un sitio en el borde de la red. Con el proveedor adecuado, existe un sinfín de posibilidades para la automatización potencial para la configuración, la agrupación, la gestión de los dispositivos y el mantenimiento de los datos. Es posible designar un único dispositivo como agregador y controlador para todos los dispositivos conectados circuitos abajo, lo cual simplifica la gestión remota.
A la hora de elegir un rPDU, es importante identificar las capacidades de conexión en cascada y cualquier limitación de la conectividad. Prestar buena atención a esta característica puede contribuir enormemente a simplificar la implementación, la gestión y el mantenimiento de la infraestructura en el borde de la red.
5. Los tomacorrientes híbridos C13/C19
Los requisitos de alimentación para los sitios en el borde de la red pueden ser difíciles de predecir y suponen un desafío a la hora de elegir el rPDU adecuado, especialmente cuando se busca estandarizar un solo modelo en numerosas ubicaciones. Tradicionalmente, los gerentes de centros de datos han tenido que identificar el tipo de conector para cada pieza del equipo de rack por instalación y determinar el tipo y la cantidad de tomacorrientes necesarios antes de poder tomar decisiones relacionadas con el equipo de los racks. Con la introducción de tomacorrientes híbridos C13/C19, esto ha dejado de ser un problema.
6. Las tarjetas de comunicación actualizables e intercambiables en caliente para permitir un reemplazo rápido en el sitio
Muchos sistemas críticos de centros de datos ofrecen tarjetas de comunicación intercambiables en caliente, las cuales pueden reemplazarse al instante en caso de fallos sin necesidad de planificar el periodo de inactividad. Algunos proveedores de rPDU están cambiando las reglas del juego y llevando esta capacidad un paso más allá por medio permitir que los administradores de TI puedan instalar tarjetas de comunicación actualizadas con tecnología más nueva y funciones mejoradas. La capacidad de actualización permite que las empresas puedan adaptarse a los cambios tecnológicos y superar a la competencia mientras amplían la longevidad del rPDU y maximizan el rendimiento de la inversión.
7. Colores para indicar los diferentes sistemas de alimentación y fases alternas
Para los casos en el borde de la red que requieren múltiples rPDU, sería bueno utilizar un código de colores para los tomacorrientes con el fin de identificar rápidamente las fuentes de alimentación A y B, lo cual elimina la confusión y reduce los riesgos de error humano. Esta capacidad para identificar fácilmente los diferentes circuitos y fases simplifica el balance entre las cargas a la hora de instalar equipos de TI. Además, con solo un vistazo, los usuarios pueden identificar la distribución eléctrica irregular para evitar que los interruptores se disparen accidentalmente.
8. Grado de alta temperatura basado en el entorno
Debido a que los sitios de computación en el borde de la red existen en diferentes formas y entornos, será importante tener en cuenta el rango de temperatura operativa de todos los equipos de TI que incluyan rPDU. Para los entornos de alta temperatura, será fundamental elegir rPDU resistentes y diseñados para operar en dichos entornos. Por ejemplo, algunos rPDU pueden funcionar a una temperatura ambiente de hasta 60° C (140° F).
A la hora de diseñar su centros de datos en el borde de la red, es vital elegir cuidadosamente un rPDU confiable que pueda maximizar el funcionamiento de sus aplicaciones.