Una vez que iniciamos las conversaciones en la organización acerca de las previsiones para las tendencias para los centros de datos en 2019, la conversación giró rápidamente a la proliferación esperada de procesadores de mayor potencia y a los innovadores enfoques para la refrigeración de estos procesadores. Dado que nos dedicamos a la refrigeración, para nosotros estos debates no eran nuevos. Llevamos años haciendo un seguimiento del aumento de las densidades de los racks y de los desafíos asociados para la gestión térmica, y este es el siguiente paso.
Las expectativas de las tendencias emergentes en la tecnología de refrigeración térmica
Mi única preocupación durante estos debates fue el temor de sobrevalorar la adopción de estas tendencias en el mundo real. No lo dudes, veremos procesadores cada vez con más potencia, por lo que debemos pensar de forma creativa en cómo refrigerarlos, aunque probablemente todo esto ocurrirá con más frecuencia en grandes instalaciones de colocation y en la nube. Esto no debe sorprendernos, porque desde hace varios años la mayoría de la innovación en el espacio de los centros de datos tuvo lugar en aquellas instalaciones de hiperescala antes de filtrarse de alguna forma a la empresa e incluso al edge.
Los impulsores actuales son: (1) un aumento significativo en la computación de alto rendimiento para respaldar la inteligencia artificial, el aprendizaje automático y aplicaciones similares; y (2) el diseño avanzado de procesadores que aumenta las densidades de los chips, como ocurre con los procesadores GPU. En casos extremos, estamos viendo racks de 30-60 kW que alojan servidores de gran potencia y prestaciones ultra superiores. Algunos de estos racks de alta densidad pueden refrigerarse por aire y algunos, debido al diseño de las máquinas, necesitan refrigeración líquida.
Refrigeración líquida directa: ¿el próximo gran acontecimiento para los centros de datos?
Las tecnologías de refrigeración han progresado de la mano de las tecnologías de servidor. Ahora estamos evolucionando en cómo llevamos el líquido al rack para dar soporte a estos servidores de alta potencia. La refrigeración líquida directa se produce cuando el procesador está acoplado directamente al intercambiador de calor con líquido o cuando está totalmente sumergido en un líquido para disipar el calor, donde el líquido se transporta a otra parte, normalmente fuera del edificio, para eliminar el calor. Existen beneficios reales que se pueden hacer realidad: potencial mejora de las prestaciones de los servidores, más oportunidades de ahorro, mejora de la eficiencia y menores costes de refrigeración; pero significa un abandono radical de los enfoques tradicionales de la gestión térmica y requiere cambios notables en las instalaciones y ajustes en el equipo de alrededor. Ya hay proveedores de colocation que están embarcándose en importantes proyectos en instalaciones para dar cabida a los clientes que incorporan racks con refrigeración líquida.
Evidentemente se trata de una época emocionante para estar en el negocio de la refrigeración de los centros de datos.
¿Cómo está afrontando tu organización el cambiante perfil térmico que supone el aumento de las densidades de los racks y la mayor potencia de los procesadores?
